Iba super mentalizada a Hoian en que la gente iba a ser amorosa y que la ropa sería tan barata que cambiaría gran parte de mi bolso...cuec!!! Creo que han sido los mas amargados que he conocido, siempre hablo del tipo de gente porque me encanta analizar los comportamientos en los diferentes lugares y culturas. En Hoian no existen las sonrisas, nadie es feliz y no lo entiendo porque todos tienen su tiendita o restaurante...Están desesperados por el dinero, es como si fueran zombies comedores de dinero! Algo que era irónico es que en todos los restaurantes decía "happy hour" y cada vez que preguntamos si aún seguía el happy hour nos miraban con la mejor cara de odio de la vida! De happy no tenía nada!!!
El pueblito esta divido por un canal y hay un puente muy lindo con lámparas por el que uno cruza, a un lado esta la parte mas antigua en que tratan de cobrarle entrada a los turistas, genial porque si no la pagas no puedes cruzar por el mini puente japonés del otro lado que es solo para sacarse una foto.
Aquí hay solo tiendas de souvenirs, restaurantes y mercados. Es entretenido por un rato, pero con el acoso y mala onda se vuelve una lata.
Hay por lo menos 100mil turistas chinos y varios de ellos contraran unos coches para que los paseen, es super ridículo! Son unos coches como de guaguas, pero mas grandes y van tapados enteros jaj y mas encima te tocan la bocina...
El atractivo top esta a 45min que son las ruinas de la cultura Champa, y son un conjunto de templos ubicados en diferentes sectores dentro de un mismo lugar, se llama My Son. Lo triste es que muchos de los templos estan destruidos por los pacifistas americanos cuando los bombardearon...aún estan las huellas enormes de las bombas.
Nuestro hotel estuvo buenísimo, limpio, tranquilo, buen desayuno y el personal un amor.
De aquí tomamos un taxi de vuelta a Danang para volar a Ho Chi Minh.
El chofer era el ser mas amoroso de Hoian, nos contó toda su vida y que había vuelto a vivir con su familia porque era mas barato, ahora gana 140usd y le alcanza para todo el mes...
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