El mismo día en que llegamos arrendamos una motoneta y nos fuimos a recorrer la isla de Lembongan. En 10min llegamos al otro extremo de la isla a un acantilado que se llama The Devil's Tiers.
La isla es como un cono, y hay cuevas subterráneas en que las olas al reventar se meten a presión y sale un chorro de brisa a una velocidad impresionante.
Todo ese sector tiene plataformas de rocas donde el agua se va acumulando y forma piscinas naturales sin fin.
Las olas rebientan tan fuerte que la brisa marina nos llegaba en la cara.
Habían varias personas impresionadas de la vista y otras mas relajadas con una cervecita esperando la puesta de sol.
Es un espectáculo donde la fuerza del mar combate con la de la tierra, y son dos energías en armonía.
La puesta de sol es de mis top five, sentarse en las rocas y ver como se van los últimos rayos de luz mientras el mar sigue rugiendo y bailando sin parar.
Fuimos dos veces, ya la segunda con camara y con la compañía de la Pauli.
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