Namaste!
El 2005 comencé a practicar Yoga para aprender a controlar y relajar mi espiritu y mente inquieta. Me ayudo en un momento que necesitaba que fuera increíble y positivamente inolvidable y así lo fue, mi proyecto de título de la Universidad con mis mejores amigas fue de las experiencias mas entretenidas y satisfactorias que he tenido, porque gracias al Yoga mi lado positivo se intensificó y el negativo disminuyo.
Desde ahí que sé que el Yoga logra milagros en las personas, mente y espiritu. Y yo lo necesito de por vida.
La primera vez que me cuestione ser Instructora de Yoga fue en mi ex trabajo frente al computador, emocionada como siempre investigando y descubriendo una que otra cosa en Google.
Esto fue hace unos 4 años cuando con Mauro comenzamos a soñar con la idea de viajar alrededor del mundo y me aparecio una publicidad de "Yoga Instructor in Bali", y desde ese momento nunca mas me pude quitar de la cabeza que era lo quería.
India era el lugar que quería hacerlo, Rishikesh fue mi primera opción y Goa finalmente fue mi ciudad y escuela que el destino me eligió por distintas razones.
El curso fue increíble y se me paso rápido. Quería más y sentía que necesitaba aprender más, pero yo creo que es una sensación normal con el Yoga que uno se vuelve un poco adicto.
Mis profesores fueron perfectos, Vijet nos enseñó filosofía del Yoga, Hatha y otros estilos, el es un auténtico hindú y creo que se convertirá más adelante en un gran Yogi, su sabiduría pura y transparente nos dejaron a todos encantados, sus palabras y respuestas a preguntas tan occidentales nos dejaban la mente y corazón en paz. Me hizo comprender que la vida debe ser simple y armónica, que el ser humano es capaz de hacer y sentir cosas increíbles y debemos usarlas para el bien y respetar a todos los seres vivos.
Mi otro profesor fue Bablu que nos enseñó que el Yoga no tiene límites físicos, pusimos a prueba nuestra mente y cuerpo para lograr llegar mas allá de lo que imaginábamos, nos hizo sentir únicos y nos ayudo a controlar nuestras emociones a través del Yoga. Con él aprendimos a respirar adecuadamente y a descansar nuestra mente y cuerpo.
Cada mañana de lunes a sábado mi despertador sonaba a las 5.20am y silenciosamente, para no despertar a Mauro, salía de la pieza, tomaba mi mat, mentolathum y celular que me servía de linterna y con Aimee y Andrea que viviamos en la misma casa nos ibamos caminando rápidamente con frío y aún de noche al Ashram. Nuestra primera clase del día era Pranayama, donde aprendimos a respirar correctamente y experimentamos distintas técnicas de respiración para diferentes propósitos y multiples beneficios. Era una clase muy gratificante y relajante, la finalizabamos con Yoga Nidra que es una técnica en que se logra en 10min un descanso profundo del cuerpo y mente.
A las 6.30am subiamos a la terraza en la azotea, aún hacia un poco de frío y comenzabamos nuestra práctica de Hatha Yoga, el yoga clásico de la práctica de asanas. Era el lugar perfecto para comenzar el día con el saludo al sol, poco a poco aparecía un sol grande brillante entre las palmeras y nos calentaba la piel. Ya con las tripas rugiendo al final de la clase nos ibamos a la casa a tomar desayuno, cada uno se cocinaba.
Nos quedamos en casa de una pareja hindú, pero de religión cristiana, como la mayoría en Goa. Carmen estaba todo el día en casa y Robert trabajaba fuera de la ciudad y venía aveces a dormir, los dos son personas muy buenas y simples, nos trataron como hijos sobre todo a Mauro que fue su regalon, lo invitaban a comer, le enseñaron a cocinar distintos platos hindúes y gozaban conversando con él.
Fueron semanas intensas que pase por todos los estados de ánimo, la práctica de mantras y asanas aveces me ponía sentimental, alterada, triste, etc, toxinas acumuladas iban saliendo de mi cuerpo y las vivía nuevamente.
A las 22.00hrs ya estaba durmiendo profundamente. Los sábados en la tarde ya estabamos libres y el domingo el día completo, que saliamos con las chicas a recorrer en moto diferentes pueblos y relajarnos en la playa.
Mi escuela fue perfecta porque realmente fue todo lo contrario, y por alguna razón me tocaba pagar mi karma en ese momento. Sentía que a pesar de que no era lo que me esperaba yo debía sacar lo mejor de esta experiencia y simplemente ser feliz.
Mis compañeras fueron top, cada una con habilidades diferentes en Yoga y cualidades diferentes en su espiritu, me alegraron mi día a día.
Los primeros días eran eternos y los últimos pasaban volando, no quería que se terminara, yo ya estaba comenzando a planear mi próximo viaje India, este es el principio de un largo camino, lo repetía continuamente en mi mente.
Aprendí que el Yoga es mas que una práctica física y espiritual, sino que es un estilo de vida, una disciplina que tiene un solo propósito y es llevarte al estado máximo de dicha y felicidad, "Blissful state" le dicen ellos, cuando la mente y espiritu no necesitan de nada más para ser feliz.
En filosofía del Yoga nos enseñaron sobre los distintos Yoga que hay, y no son los que dictan en Occidente, son solo variaciones del Hatha Yoga y este tiene un solo propósito y es lograr un balance en cada persona entre su energía masculina y femenina, es el original que los Rishis han transmitido por milenios.
Mantra Yoga, Karma Yoga, Bakti Yoga, son el resto de los tipos de Yoga.
Cada Yogi e Instructor de Yoga desarrolla su estilo personal para practicar y enseñar, lo importante es no perder la esencia. Lo importante es no dejar de practicar, cada mañana y cada tarde, así me lo dijo el director de mi escuela.
Espero con ansias volver a Chile y poder esparcir un poco de Yoga a cada amigo, familiar y quien quiera o necesite un poco de Shanti en su vida.
ॐ
OM SHANTI SHANTI SHANTI
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